ejemplo de columna de opinion

Ocio

5 Ejemplos de Columnas de opinión

Las columnas de opinión muchas veces son el gancho de los medios de comunicación, tanto impresos como digitales, para los lectores. Llegan a ser muy entretenidas gracias a su diversidad, a su estilo de escritura, a la reflexión o crítica que generan, o al sentido del humor que proponen, conectando así con el lector. Por ello, queremos compartir contigo 5 ejemplos de columnas de opinión que estamos seguros te gustarán, y donde podrás observar la versatilidad que tiene este género periodístico y conocer sus características principales.

¿Qué es una columna de opinión?

Más que un estilo de escritura, la columna de opinión es un género periodístico presente tanto en la prensa impresa como en la digital. Se caracteriza por exponer a través de argumentos bien fundamentados y con extensa libertad el punto de vista del autor a cerca de un tema específico, un personaje, hechos actuales, etc, siempre que el tema despierte interés o curiosidad al lector.

En la columna de opinión el escritor puede expresar su visión en distintos tonos ya sea irónico, con algo de humor, muy directo o más sutil; con una intención generalmente crítica o reflexiva. Lo importante es la existencia de un buen fundamento que sustente todas las ideas y que conecte con el lector desde la perspicacia, credibilidad y veracidad.

Una buena columna de opinión genera en el lector su propia opinión ya sea de acuerdo con lo que expresa el escritor o en desacuerdo con él.

Veamos ahora los 5 ejemplos de columnas de opinión publicada en distintos diarios digitales que puedes conseguir en la web y algunas de las características que presentan:

Ejemplo Nº 1: Las Pléyades

La noticia más antigua del mundo

Que lo que nos ha unido a todos los pueblos de la tierra por los siglos de los siglos no lo separe el nacionalismo de vacunas.

Escrito por Victor Lapuente, es un artículo que trae a colación la Leyenda de las Pléyades, una historia que habla sobre siete hermanas convertidas en estrellas por su padre el titán Atlas, para salvarlas de las garras de Orión. Sin embargo, una de ellas, Mérope, se enamora de un mortal y se escapa. Es por ello que en el cielo solo se ven seis estrellas, las seis hermanas.

El escritor se pregunta sobre cómo es posible que, en las culturas antiguas de Australia, de la Grecia antigua, de Indonesia, Europa nórdica y América se hable sobre la constelación de las “siete hermanas”, a pesar de que solo se ven seis. ¿Es un error de cálculo de estas culturas? Por otro lado, existen versiones similares en poblaciones muy lejanas, derivadas de África y coincidencias en la forma en que se cuenta la historia, pero adaptada a las mitologías de cada cultura.

Para los investigadores Ray Norris y Barnaby Norris este enigma tiene una explicación antropológica y astronómica. Hace 100.000 años atrás, quizás antes de que el humano saliera del continente africano, podían verse las siete estrellas; esto se sabe gracias al telescopio espacial Gaia, que ha permitido observar a esa séptima pléyade que hoy en día no es visible al ojo humano, pero que se sabe está allí.

El escritor finaliza el artículo diciendo: “Que lo que nos ha unido a todos los pueblos de la Tierra por los siglos de los siglos no lo separe el nacionalismo de vacunas”, haciendo una reflexión con trasfondo crítico acerca de la ruptura que se ha generado con el nacionalismo de vacunas emergente durante los últimos meses de la pandemia. Una ruptura de esa comunión que refleja el Mito de las Pléyades como punto convergente todas las culturas en su origen.

Como vemos, esta columna de opinión está redactada con un lenguaje sencillo y muy claro. Esta es una de las características principales que tienen las columnas de opinión, su lenguaje debe ser sencillo, claro, concreto, simple y pertinente capaz de conectar con el lector y atraparlo.

Ejemplo Nº 2: “Opérate del carácter, ¿vale?”

COLUMNAS / DESÓRDENES

“Opérate del carácter, ¿vale?”: la lección de María Jiménez,

la belleza de Demi Moore

Es una columna escrita por Lorena G. Maldonado quien inicia dirigiéndose a Demi Moore, casi con un estilo epistolar y muy personal para expresarle su sentir y además llevar al lector a una reflexión crítica.

Comienza diciendo: “Querida Demi Moore: bendita sea la mare que te ha parío’, como cantaba Conchita Piquer en la copla 13 de mayo” para luego hacer mención a la belleza de Demi Moore, conocida por todos en la gran pantalla de cine en sus películas más taquilleras; belleza que actualmente se ha esfumado.

Existen dos tipos de bellezas: una belleza hueca e inútil que construye monumentos a la nada y otra belleza que hace que las cosas cobren sentido, como la de los árboles milenarios y la de las ruinas que no han sido tocadas. “Demi: lo bello también es bello porque ha resistido” expresa la escritora y continúa, advirtiendo que los médicos cirujanos estéticos llenan sus bolsillos con nuestros miedos, nos prefieren acongojadas, débiles y con complejos; los cánones de belleza nos ahogan. Y como resultado están esas señoras que ahora tienen un único gesto, todas iguales. “Yo no creo que la belleza tenga que ver jamás con parecerse al resto” expresa Lorena. Un cuerpo que resiste es bello, bueno. Cuestiono que la belleza sea parecerse a algo que no se una misma, alejándonos de la verdad, escapando del centro, del rostro con que el que nacimos. “Aquello que te censuren, cultívalo, porque eso eres tú, que decía Cernuda” escribe Maldonado… pues esa cara que tenemos la tenemos que amar y proteger, porque es nuestra. La perfección quirúrgica nunca se alcanza, y la belleza verdadera tiene que ver con lo auténtico, es sordo a los caprichos del mercado, es gratis. Es algo profundo, misterioso.

Para la escritora, la verdadera belleza es una forma de libertad… una forma indomable de ser atractivo sin saberlo. Y expresa con un tono de reclamo el hecho de que la vida sea un constante concurso de belleza; las niñas y mujeres queriendo unos kilos menos, queriendo ser queridas y deseadas. Escribe parte del poema de Sam Shepard: “Ya he visto prácticamente / todas las narices arregladas / todos los dientes con funda / y todas las tetas remozadas / que puedo soportar. / Me voy de regreso / a la mujer natural” para luego terminar su artículo pensando en María Jiménez diciendo “Opérate del carácter, ¿vale?” desde una postura feminista.

Esta columna de opinión, bastante divertida por su tono sarcástico y directo, propone un lenguaje sencillo y concreto escrito con un gran estilo que seguramente refleja el carácter de la autora. Posee otra característica importante de las columnas de opinión: los fundamentos que la sustentan.

La escritora hace una crítica dura a la actriz Demi Moore por su transformación con la cirugía plástica. Utiliza este hecho actual y de farándula para cuestionar la concepción social de belleza bajo la cual la mujer se encuentra prisionera y solo a veces logra escapar. Quizás desde una posición feminista, o no, pero muy clara con su perspectiva, la autora decide usar frases de poemas y poetas, de canciones y artistas, de filósofos antiguos, como fundamentos sobre los cuales sustenta su crítica. Esto le suma a la columna una veracidad increíble y despierta un mayor interés en el lector, llevándolo a conocer referentes que le permiten una mejor comprensión de lo que plantea el autor y además generar una apreciación más clara sobre lo que está leyendo.

Ejemplo Nº 3: La calidad de nuestra ciudad

Plaza de armas

La calidad de nuestra ciudad

Por Teresa Matamala

Esta columna de opinión aborda una situación actual y plantea una problemática para llamar a la reflexión y la consciencia del gobierno de Chile; sin embargo, también puede adaptarse a problemas que existen en otros países relacionados con la actual pandemia del Covid19.

El contexto actual de confinamiento ha generado la oportunidad de mirar los espacios desde otra perspectiva y revisar el modelo urbano existente, un modelo que perdió la escala humana. Según el Índice de Calidad de Vida Urbana (ICVU) 2020, el “42% de la población que habita la Región Metropolitana tiene un bajo nivel de calidad de vida urbana versus el 30% que registraba 10 años atrás” expresa Matamala.

Por ello la idea de repensar las ciudades y hacerlas más sostenibles es una cuestión necesaria si se quiere mejorar la calidad de vida de la población. Así que hace falta concebir la ciudad como un espacio para personas y no para vehículos, “Un lugar integrado e integral, en el cual es posible desarrollar muchas actividades distintas, educación, trabajo, deporte, cultura y entretención”, explica; un lugar donde nos guste vivir.

La autora utiliza un lenguaje sutil y bastante amable, que simplemente esboza la perspectiva sobre una situación actual. Utiliza datos de estudios de la población para fundamentar su planteamiento, lo que le da mayor credibilidad y peso.

Ejemplo Nº 4: Mentiras

Mentiras

El aspecto romántico del mentiroso se esfuma cuando lo trasladamos a la vida real

Es una columna corta escrita por Elvira Lindo, quien nos comenta una perspectiva particular sobre las mentiras y el mentiroso. Hace referencia a personajes de Chejov, de Patricia Highsmith, Emanuel Carrére o de Spielberg, en el mundo de la literatura y la ficción; personajes mentirosos, embusteros, traidores, que llevan su vida en base a mentiras y engaños.

Es un personaje que se ha romantizado dentro de historias con las que el lector o espectador empatiza hasta el punto de justificarlo. Pero, este aspecto romántico se esfuma en la vida real, cuando nos encontramos con personas que afirman ser algo que no son; en la vida real la mentira no tiene cavidad y no la soportamos.

Aunque la columna trata sobre un tema que quizás no está entre los temas de interés actual, el nombre de la columna llega a generar interés en el contenido, siendo el título de una columna un aspecto vital para captar la atención del lector.

Ejemplo Nº 5: El espectáculo del éxito

El espectáculo del éxito

“Acabo de ver La Voz Colombia por primera vez”.

 Carolina Sanín opina sobre el espectáculo televisivo de uno de los realities más vistos del momento.

Escrita por Carolina Sanín, esta columna habla sobre su opinión acerca de un realities muy famoso: “La Voz Colombia”. Es un programa que la escritora nunca había visto, pero por curiosidad se dispuso a verlo, encontrando que quizás lo atractivo del programa es que este es “una contracción de la vida”. Lo define así: Éxito – fracaso, pérdida – ganancia, “el concurso opone la ilusión de un proceso finito de eliminaciones a través del cual, supuestamente, el mejor triunfa” expresa.

Se apela a la fe en una justicia estética y a la confianza en la existencia del talento, que es La voz, como independiente del personaje; es el don del participante.

En la dinámica del programa, por un lado están los jueces, quienes eligen a los participantes; pero a quienes también los participantes eligen según con quien se identifican, quizás aspirando estar en el lugar desde el cual se juzgarían a sí mismos. Por otro lado, la familia, quien representa “una última instancia ante la cual nadie fracasa” después de ser juzgados. Y en un círculo exterior se encuentra el público, “que se compadece del aspirante fracasado, pero solo durante medio minuto, pues detrás de cada vencido viene un vencedor” expresa.

Carolina opina que el éxito nunca llega, puesto que se trata más de la salida de los participantes, del fracaso y las pruebas que van llevando siempre a una eliminación, hasta quedar el último eliminado. Entre salida y salida cantan una canción, reduciendo la vida a un solo cato: la salida, que significa la voz del éxito.

Finalmente…

Este último ejemplo de columna de opinión, la misma autora la describe como una crítica a este programa televisivo. Es una crítica sutil, que más bien tiende a ser un cuestionamiento personal y por lo tanto induce también al lector a cuestionarse sobre este tipo de concursos.

Observamos que las columnas de opinión pueden abordar cualquier tema, con diferentes tonos e intenciones donde el autor juega y desarrolla una personalidad en el lenguaje.

Es por ello que la lectura de columnas de opinión puede llegar a ser muy entretenida y además de aprendizaje y reflexión.

Deja un comentario